«Ha nacido el último centrojas». Si, ése que copaba el medio campo y pugnaba con su traslado y pelotazos de insuflar dinamismo a su equipo. Este, además, atesora en su repertorio una calidad para maniobrar que resulta llamativa. El primer «tintineo» de su existencia lo percibimos hace algunas semanas… «Central Córdoba tiene un número 5 que se pasa». . .
Y la eclosión se produjo exactamente frente a la Selección Argentina, cuando disputó su famoso encuentro frente al representativo rosarino. Unos cuantos «caños», toques y gambetas, les provocaron a ciertas «estrellas» un escozor que aún perdura. Ahora ya son muchos los que hablan de Tomás Felipe Carlovich (28\04\47), un rosarino más surgido de esa «despensa» del fútbol nacional de grandes virtuosos. Hacía mucho tiempo que no escuchábamos rodar un anecdotario tan vasto y exagerado. Y el «parloteo» oscila entre que le «gambetea» seguido al entrenamiento, pasando por llegar 15´ minutos antes de comenzar el partido y pedir la camiseta, hasta que «nunca hace problemas de contrato»… Quizás su hincha más fervoroso sea el pro secretario de su club, Mario Stalbi, que se empeñó en destacar las cualidades futbolísticas y humanas del «Mago» Carlovich, sintetizando en una sola frase que, para él, «es un fenómeno de hombre y jugador». Dejemos que este nuevo personaje del fútbol nos diga como vivió esta avalancha de fama y evocaciones. . .
-No te voy a negar que una vez, cuando estaba en la selección rosarina, pedí permiso para ir hasta la farmacia y no aparecí más. Pero eso era antes… Sucedió que no podía acostumbrarme a las concentraciones. . . Tengo conciencia de que si no «pasó nada» en mi pasaje por Rosario Central, incluso en la famosa «tercera de oro», y mis dos partidos en primera división, creo que fue contra Atlanta y Los Andes, es porque me resistía a las exigencias del profesionalismo. La prueba de mi cambio es que, por ejemplo, hasta jugué engripado el partido contra Platense (se jugó con lluvia y soportó casi 39º grados de temperatura) dado que Sullivan no podía actuar. En nuestra divisional, el equipo que más fuerza nos hizo fue Defensores de Belgrano. En primera me siento identificado con el fútbol que realiza Huracán, que para mi es la verdad. . . Con respecto de la Selección, lamento que algunos supongan que hubo un menosprecio por parte del equipo que los enfrentó. Si las cosas me salieron bien no es mi culpa. Yo tengo un gran respeto por todos los muchachos que fueron elegidos, y considero que son los mejores. En mi puesto, Telch es el jugador ideal, por su personalidad y condiciones futbolísticas. Considero que Zanabria, según lo demostró, es para tener en cuenta también. . . Espero que el partido de Rosario haya sido una mala performance, porque un sólo encuentro no puede servir como referencia. Escucho tantas cosas últimamente de mi que no sé de donde salieron. Yo puedo decir que me gusta el fútbol de habilidad, pero alguien tiene que hacer los goles. Que los momentos más felices los gozo plenamente en las Quebradas de Saladillo, nadando y pescando con mis amigos. En el aspecto personal sigo siendo el mismo «Trinche» de siempre, que conocieron de pibe. Futbolísticamente, de algunas cosas que de mi dicen, en cuanto a falta de responsabilidad y tomarlo al fútbol como «pasatiempo», ESO ES COSA DE ANTES. . .»
(Textual de Revista Goles. Edición Nº 1320. Día 30 de Abril de 1974)