El origen de los campeones del mundo
La publicación compilada por Fabián D’Aloisio y Juan Stanisci contiene la historia de los 26 mundialistas, más la del entrenador y de su ayudante, Pablo Aimar.
Los campeones del mundo en Qatar tuvieron un origen común: un club de barrio, del que luego saltaron a equipos más conocidos hasta llegar a la primera división y, luego, comenzar una carrera profesional que desembocó en sus respectivas convocatorias para la Selección. Un libro repasa esas historias de los jugadores campeones del mundo y será presentado este viernes en las localidades santafesinas de Casilda y Pujato, el pueblo del cual es oriundo el entrenador Lionel Scaloni.
La publicación se llama Semilleros, un libro que vio la calle hace algunos días y fue lanzado por Ediciones Meta. Los compiladores y editores son Fabián D’Aloisio y Juan Stanisci, con prólogo del periodista Ariel Scher.
El volumen, condensado en casi 300 páginas, narra las vivencias de los 26 futbolistas que integraron el plantel, más el propio Scaloni y su ayudante de campo, Pablo Aimar, en sus primeros clubes, en los escenarios en los que empezaron a soñar, sin tener en cuenta las obligaciones como profesionales.
El libro se exhibirá este viernes a las 18 en el club Sportivo Matienzo de Pujato, el lugar donde Scaloni diseñó sus primeros movimientos como jugador, y dos horas más tarde, la caravana ‘semillera’ se trasladará a Casilda para repasar las vivencias del arquero Franco Armani, cuando usaba el buzo verde marca Olimpia de Ubaldo ‘Pato’ Fillol en Aprendices Casildenses, a principios de los ’90. El texto será exhibido en el Complejo Quinquela Martín, ubicado en boulevard 25 de Mayo al 2200.
Los clubes de barrio y de pueblo están presentes en los distintos puntos de la Argentina. Fueron fundamentales en el desarrollo formativo y en la sociabilidad de los actuales campeones del mundo», agregó uno de los editores, que cursó estudios en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, durante la década del ’90. Para D’Aloisio reflexionar sobre lo que «representan los clubes barriales en la estructura formativa es repensarnos como comunidad», dijo.
«Esas instituciones modestas, en casi todos los casos, sirven como lugares de contención, que se sostienen con los aportes de vecinos, vecinas, dirigente, dirigentes y familias. En la mayoría de esos clubes, los chicos desayunan, almuerzan y toman la merienda generando un sitio de pertenencia muy fuerte», expresó D’Aloisio
