La ilusión argentina se diluyó en el primer tiempo. Arrancó con un penal que le dio ventaja, pero de ahí en adelante fue todo de los neozelandeses que fueron durísimos en defensa, mostraron toda su potencia en ataque y se impusieron por 44 a 6. Ahora, por el tercer puesto.
Cuando los All Blacks juegan a ese nivel, con esa concentración, con la rudeza defensiva y todo el poderío en ataque, son casi invencibles. En el primer tiempo, Los Pumas cometieron errores que el rival aprovechó para liquidar la historia demasiado rápido y quitar cualquier esperanza de reacción. En el complemento, un try tempranero terminó de sepultar la ilusión y, después, pese a defender con el máximo de sus fuerzas, Argentina no pudo hacer nada para impedir la amplia diferencia de 44 a 6 con la que Nueva Zelanda se metió en la final del Mundial de Francia. El conjunto nacional, aguardará por Sudáfrica o Inglaterra como rival en el partido por el tercer y cuarto puesto.