Exhibición aparte en Las Vegas, el de Indian Wells iba a ser el primer torneo de Rafael Nadal (652°) desde el que jugó en enero en Brisbane. Allí, tras ganar dos partidos, perdió el tercero ante el local Jordan Thompson y terminó lesionado, con una microrrotura muscular en la zona de la cadera, y ya no ha vuelto a jugar un partido oficial.
Cuando saltó a la pista en Brisbane, el mallorquín llevaba 349 días sin hacerlo. Una grave lesión en el psoas izquierdo, que se reveló en el Abierto de Australia de 2023 y que le hizo pasar por el quirófano, le tuvo casi un año out. Las nuevas complicaciones surgidas en Brisbane no tienen, de momento, fecha de alta.
La carrera del ex número uno del mundo tuvo tantas lesiones como prodigiosas recuperaciones. Una de las más inesperadas fue la que protagonizó a comienzos de 2022, cuando se sobrepuso a un triste 2021, en el que sus problemas crónicos en el pie izquierdo y dolencias en la espalda le tuvieron ocho meses y medio de baja.
