Fue un 22 de junio de 1986 en el estadio Azteca de México. Hoy se cumplen un nuevo aniversario de aquella histórica tarde de fútbol en los cuartos de final del Mundial 86.
El futbolista argentino tiene su día (su nuevo día), que surge de un gol inolvidable, de una zurda incomparable, de un ser humano consagrado a dios, al que se le adjudica una inmortalidad milagrera. La fecha que porta este aniversario se ubica en el número 22 del mes de junio. Y el momento que le confiere significado, lo tiene a Diego Maradona como protagonista, al Mundial de México ‘86 como el gran evento, al Estadio Azteca como escenario y a Inglaterra como testigo clave.
Quienes estuvieron allí, los que nacieron después y la comunidad futbolera en general, coinciden en llamarlo el «gol del siglo». «Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos… Barrilete cósmico… ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina?», decía Víctor Hugo Morales desde un relato abrazado a la emoción, con la voz totalmente tomada por el llanto y la sorpresa no poder creer lo que acababa de describir.
114.600 espectadores vieron ese gol en el Estadio Azteca –según datos oficiales de FIFA– 60 metros fueron los que recorrió Maradona con la pelota, 10.6 segundos lo que tardó en llegar al arco de Peter Shilton, 14.4 km la velocidad en que lo hizo y más de cinco ingleses los que quedaron desparramados por el piso. Por todo eso y varios condimentos que le dan carácter mágico a esa jugada, donde ya no entran las palabras, es que Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), en agosto de 2020 –con Pelusa en vida– tomó la iniciativa de proponer que el día del futbolista argentino se celebre el 22 de junio.
«Este memorable gol fue elegido el mejor gol en la historia de los mundiales o el gol del siglo por la FIFA. Con fundamento en lo precedentemente expuesto y que el gol narrado quedará en la memoria de todo el mundo y especialmente para todo el pueblo argentino, FAA propone a la AFA, y ésta acepta, sustituir la fecha correspondiente al Día del Futbolista por el 22 de junio de 1986», fue parte del comunicado con el que FAA anunció la modificación que se puso en vigencia a partir de 2021 y reemplazó el histórico 14 de mayo de 1953 que festejaba ese gol de Ernesto Grillo en un partido amistoso en cancha de River frente a Inglaterra, donde también apiló a varios ingleses para definir desde un ángulo cerradísimo y sorprender a todos. «Derroche de habilidad», describió el relator de la época.
El gol de Maradona abrió un portal a nuevas historias, mandó coordenadas del futuro próximo, que vería su continuidad en Lionel Messi (ver su gol de 2007 con Barcelona frente a Getafe, es la remasterización del que hizo Diego a Inglaterra) y posibilitó un corpus in aeternum de literatura y épica. Pasaron 37 años de ese momento, de esos goles, de esa tarde en la que también sucedió «la mano de Dios» y los ingleses renegaron del engaño. «Hice todo lo que pude y en la famosa foto se ve que yo estoy más cerca de la pelota que su cabeza. Por eso él la toca con la mano. Siempre habrá gente que diga ‘Ey, él saltó más que vos’. Pero no, él hizo trampa», declaró Shilton hace unos años en The Guardian.
Era una pelota a la que no llegaba con la cabeza. Shilton mide 1.85 y yo 1.66. Tuve que hacer un esfuerzo, meterle el puño izquierdo y la cabeza atrás para ver si pasaba. Hago el gesto, toco la pelota, veo que entra en el arco y salgo gritando. Cuando veo que el línea va para la mitad de la cancha, le pedí a los muchachos que me vengan a abrazar, que hagamos quilombo para que lo cobren. Y los muchachos, todos tímidos, me abrazaron como diciendo estamos robando. Y ahí les dije, el que le roba a un ladrón tiene cien años de perdón», contó Maradona en su recordado programa de televisión, La noche del 10.
Pero al momento de revivir el gol soñado, el que se arroga el mote de ser el mejor en la historia de los mundiales y le da sentido al día del futbolista argentino, comentó: «se le puede llamar de muchas maneras, pero lo quiero llamar: Gracias al Turco» y contó sobre un partido amistoso del año ’80 en Wembley, en el que hizo una jugada muy parecida frente a Inglaterra que no fue gol, en la que después su hermano, Hugo, le remarcó un error en la decisión final, que le sirvió como consejo para la definición de todos los tiempos.
Fue una jugada en la que en vez de engancharle para adentro, como hice en el mundial con Shilton, le jugué la pelota hacia la derecha, pegándole tres dedos y se fue por el palo derecho del arquero (Ray Clemens). Cuando llego de la gira, mi hermanito, el Turco, me dice: Pelu, te equivocaste. Tenías tiempo de amagarle, engancharle para adentro y entrar con pelota y todo», dijo en La noche del 10 y selló la anécdota con los motivos que lo llevaron a bautizar ese gol con el apodo de su hermano.
«En el mundial, cuando se la tiro adelante a (Terry) Fenwick, juro por lo que más quiero, que son mis dos hijas Dalma y Giannina, que me acordé del Turco, de lo que me había dicho. Y pensé: si le juego la pelota por ahí, se me va afuera. Tenía la posibilidad de pegarle, pero cuando le amago a Shilton veo que hay un desmayo y lo único que tuve que hacer fue acomodarla… Le pegué con tres dedos y Butcher me dio una patada bastante importante en la derecha, pero era tan grande la alegría del gol que no me dolió».